El proyecto tiene como objetivo potenciar el uso lúdico y de ocio de la Avenida Blasco Ibáñez integrándola mejor en el entorno de la playa del Tamarit y contribuyendo a una mejora estética y ambiental.

La longitud del paseo es de 552 metros y la anchura variable desde 13.50 m. hasta 16.00 m., siendo la superficie de actuación de 3.975 m2 entre zonas peatonales y vía para ciclos. La pavimentación superficial se resuelve mediante piedras naturales: granito silvestre acabado flameado, y entarimado de madera. La actuación se completa con la implantación de jardineras de hormigón armado, palmeras, pérgolas decorativas y diferente mobiliario urbano.